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Miles de veces por miedo a fallar fallamos, por miedo a fracasar fracasamos, por miedo a que termine hacemos que termine...
Por culpa de esos miedos que nos ahogan en esos momentos en los cuales no sabemos que hacer ni como hacerlo para hacerlo bien, ese miedo que se nos hunde en le pecho y hace que dudemos, que no sepamos que hacer.
Por culpa de ese miedo todo acaba mal.
Y al final, nos solemos arrepentir, echándonos la culpa, enfadandonos con el mundo por nuestras dudas, pues la verdad pensandolo bien prefiero arrepentirme de hacerlo mal, pero hacerlo, a no hacerlo y arrepentirme siempre.